miércoles, 11 de junio de 2014

Una noche, una chica... (Parte 3)

Esa mañana, esa chica perdió la llave que la encadenaba a vivir sola, pero no... pasaron las horas como un leve suspiro, el chico se marchó, con aquella mariposa de la que antes hablábamos, llevándose lo único que podría volver a revivir su helado corazón.

Volvió a aquel zulo que la ahogaba, esta vez totalmente a oscuras, con ella misma. Las paredes gritaban "Tú no eres real". Pobre de esos latidos! Se sentía como se iban apagando... cómo poco a poco, quedaba tendida en el suelo, inmóvil, marchita. Su cuerpo comenzó a sangrar, dejando del suelo un horror, pero a la vez, una bella poesía. Fué entonces cuando, en el último rayo de luz que recorría la habitación, entro aquella mariposa, posándose suavemente en su mano. El silencio era el protagonista ese momento....

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